Eylül 16, 2021

Aventura De Una Amiga

ile admin

Babes

Aventura De Una Amiga
Trabaje en varias escuelas, en una de ellas los alumnos ingresan a partir de los 17 años y no hay límite de edades, así que los grupos son muy variados, ya que en ellos pueden encontrarse estudiantes desde los 17 hasta los 45 años.

Por mi trabajo como maestro tengo buena relación con todos mis compañeros de labores y también con alumnos y personal administrativo, sin embargo, hace tiempo ingreso a trabajar una maestra nueva.

Como a todos fue bien recibida y rápidamente se integró al equipo de trabajo, haciéndose notar por su forma de trabajar en el aula y sobre todo por el buen trato con los estudiantes.

Nuestra relación fue creciendo a grado tal que nos hicimos muy buenos amigos llegando incluso a contarnos situaciones íntimas tanto en el plano fantasioso como en el real.

Mi amiga (cuyo nombre omito) es una mujer atractiva. Cuando la conocí tenía 27 años, alta, morena clara, esbelta, de cuerpo moldeado y de piernas largas, ojos amielados, nariz pequeña y boca de labios muy finos, caderas firmes y buen trasero, además de que era poseedora de un busto firme, duro, de esos que se note que le llenan a uno las manos, casi me atrevería a decir, que aun sin sujetador, se mantendrían sus senos en su lugar, mismos que son coronados por unos erectos y amplios pezones que se alcanzan a notar en algunas ocasiones.

No era raro saber, darme cuenta, incluso en ocasiones escuchar de algunos compañeros de trabajo que se acercaran para preguntarme si entre ella y yo había algo, situación está que nunca ha existido, por lo que simplemente la negaba, lógico que de inmediato salía de mi la pregunta de ¿Por qué?, a lo que siempre recibía la misma respuesta, “Debe ser muy rico cogérsela” o bien “Debe mamar muy rico”. Lógicamente a mi amiga no le decía nada sobre los comentarios de los compañeros y lógico es pensar que en alguna ocasión me pregunte exactamente lo mismo.

Debo mencionar, que los grupos cambian de maestro cada 15 o 21 días, así que en una de esas ocasiones, a mi amiga le asignaron un grupo de los más pequeños que había, estaba compuesto de 7 hombres y 3 mujeres y se encontraba en una de las pocas aulas que no tenía ventana hacia los pasillos además de ser de las del fondo y estar a un lado de un pequeño cuarto donde se guardaban materiales didácticos y del que solo yo tenía llave.

La Maestra inicio sus clases y durante los primeros días al parecer todo transcurrió con normalidad. Sin embargo, el jueves de la primera semana, en la hora de descanso, se me acerco y me dijo:

– “Oye ocupo hablar contigo”
– “Dime” le respondí,
– “Aquí no, pero si puedes ve a mi salón antes de la salida pero no entres, solo fíjate que ves”,
– “Está bien” respondí y seguimos en la plática.

Los grupos entraron, les puse una actividad a los míos y salí del aula dirigiéndome al salón de mi amiga. Al acercarme por el pasillo y llegar me di cuenta de que la puerta estaba entreabierta y observe de forma general percatándome de que los alumnos hombres estaban muy atentos y con la mirada fija en el trasero de mi amiga, que debo decir traía unos jeans que le delineaban muy bien el culo y se le metían un poco entre las nalgas por la parte de abajo, incluso le marcaban las pantis que traía puestas. Me di la vuelta y me regrese al salón en que estaba.
Al día siguiente por la mañana al llegar, le dije;

– “Ya vi lo que me dijiste, te estaban viendo el trasero”
– “Eso me han dicho mis alumnas, pero también queriendo y no he podido ver de reojo que dos o tres de los chicos cuando estoy de espaldas se la están acariciando”,

Me quede sorprendido, aunque no era de dudarse, sin embargo lo único que le dije fue:

– “Bueno pues ya sabes, no han de ser los únicos”, me lanzo una mirada entre picara y lujuriosa.

La mañana del viernes trascurrió, salimos a comer y por la tarde llego con otra ropa, traía unos jeans tipo licra en color verde, una blusa negra transparente que dejaba ver su verde sostén. No pasó desapercibida para los hombres, menos para las mujeres, y tampoco para mí.

– “Te van a regañar” le dije
– “Es viernes de evaluación, me respondió, mi marido fue a un evento así que alcanzo a cambiarme para cuando él llegue, además quiero ver que hacen mis alumnos”.
– “Tú sabrás” le dije. Se dio la vuelta y no pude evitar ver su trasero, llego a la puerta de mi aula y se detuvo girando y regresando a mi escritorio
– “Dime como veo” me pregunto
– “Te ves bien”
– “Bien bien o solo bien” lanzo de nuevo
– “Te ves muy bien”. Se sentó en una de las butacas y después de un silencio me dijo “A mi marido no le gusta que me vista así. Me sentí rara de saber lo que hacen mis alumnos, no pensé que les llamara la atención”
– “Bueno ya ves que si” le dije “Pero ten cuidado” complete. Se levantó y se paró frente a mí,
– “A la salida me acompañas, no me quiero ir sola en el camión”
– ”Ok” respondí

La tarde transcurrió sin novedad y al llegar el turno nocturno, me di cuenta de que no había salido del aula, poco a poco sus alumnos fueron llegando y también los míos, inicie el examen y la duda de que pasaba rondaba en mi cabeza, así que durante un momento antes del receso, fui a su salón, me acerque despacio, sin hacer ruido, la puerta del aula estaba entreabierta, ella estaba de espaldas escribiendo en el pizarrón. Sus piernas estaban separadas en una posición un tanto rígida, el pantalón le dibujaba el trasero de una forma espectacular, si cintura se veía a través de la blusa y escribía de forma lenta, moviendo despacio sus nalgas hacia un lado apoyándose en un pie y luego recargándose en el otro, su mensaje era ”Este culo es mío y sé que se mueren por tocarlo”. Puse atención y deduje que traía tanga o cacheteros ya que el pantalón no hacia marca alguna de ropa interior. Alcance a ver como dos de los alumnos que estaban en la primera fila pegados a la puerta se agarraban la verga. Naturalmente al ver aquel trasero se me empezó a parar y también me di un agarrón de verga, me di la vuelta y regrese a mi aula.

El receso llego y me quede en mi aula. Mi amiga llego y tomo asiento en una de las butacas:

– “No vas a salir” me dijo
– “No, tengo que evaluar, y tú?” pregunte
– “Tampoco, nada más quise llegar aquí contigo, creo que no debí venir así, varios se me han quedado viendo en el pasillo”
– “Ese es el riesgo pero no te preocupes, no creo que pase de ahí”
– “Algunos de tus amigos también me ven”, me sonreí y le dije
– “Ya sé, me han dicho” comente
– “Que te han dicho” pregunto mirándome con una chispa de lujuria
– “De verdad quieres saber?” pregunte
– “Si”, respondió
– “Que debes coger muy rico y que has de hacer unas mamadas deliciosas”. Vi como su rostro enrojecía y el calor inundaba su cuerpo.
– “Qué más? dime sin límite” pregunto
– “Que sería muy rico tenerte montada, cabalgando, ponerte de perrito y dejártela ir toda”. No sé por qué pero le dije en ese momento yo sentía que mi verga se ponía muy dura nada mas de imaginármela así, ella respiro profundamente y no dijo nada, un silencio quedo en el ambiente mientras nuestras miradas no se separaban.

El ruido de los alumnos que llegaban rompió el silencio. Se levantó sin decir nada, salió del aula robándoles la mirada a algunos de mis alumnos.

Quince minutos después, empezaron a pasar las alumnas mujeres del aula de mi amiga pero una de ellas se detuvo en mi salón y me llamo al pasillo:

– “Profe dice la maestra P… que vaya a su aula por favor”
– “Gracias ya voy” respondí.

No dije nada a mis alumnos, simplemente me dirigí a su salón al llegar la puerta estaba abierta y todo transcurría normal, al verme llegar salió del aula, emparejo un poco la puerta y me dijo:

– “En quince minutos vienes, ahorita entra conmigo te entrego una hoja y sales y cierra la puerta”
– “Estas segura?” pregunte
– “Si, pero necesito que vengas en quince minutos, que abras muy despacio la puerta y solo veas, si todo está bien cierra y te vas y regresas otra vez como a los diez minutos”
– “Que vas a hacer?” pregunte mientras la miraba fijamente a los ojos, notando algo de excitación en los suyos
– “No digas nada, solo estate atento por si las dudas”.
– “Ven“ le dije después de mirarla un instante. Abrí la puerta del cuarto de material didáctico que pegaba a su salón y le dije que entrara, una vez ahí le mostré una parte donde la tablaroca estaba un poco separada y se podía ver hacia su salón, “si quieres puedo ver por aquí para no abrir la puerta”
– “Si”. Salimos del lugar y pasamos a su aula, me entrego la hoja y me salí cerrando la puerta.

A los quince minutos regrese, tratando de no hacer ruido por el pasillo, llegue y abrí despacio el cuarto y observe por la parte que estaba un poco separada. Ella estaba en pie de espaldas a los alumnos, todos los varones estaban en la fila del frente, ella escribía y caminaba hacia atrás acercándoles el trasero como si fuera accidental, se volteo y note que su blusa tenía un botón desabrochado, se agachaba recargándose en la parte de escribir de la butaca dejando que la blusa cayera por su peso y que sus senos firmes y redondos fuesen admirados por sus alumnos para regresar de frente al pizarrón y dejar su trasero a la vista.
Cerré el cuartito y regrese a mi aula. Uno de sus alumnos pasó con sus cosas, y casi de inmediato pasó otro más. Se perdieron en el pasillo y regrese al aula de mi amiga, sabiendo que quedaban cinco hombres con ella aun. Abrí de nuevo el cuartito aquel despacio, y ahora estaba de frente hacia sus alumnos, las piernas abiertas y el pantalón dibujando el contorno de sus muslos y la forma de su vagina, sus manos atrás dejando que su par de senos se vieran aún más erguidos, imponentes, camino hasta ponerse al lado de uno de sus alumnos pegando su muslo al brazo del muchacho. Salí y regrese a mi aula.

Al llegar ya habían terminado el examen, así que lo recogí y en eso estaba cuando pasaron tres de los alumnos de mi amiga. Quedaban 20 minutos aun de clases, despedí a mis alumnos y regrese al cuartito, abrí despacio nuevamente, me acerque al orificio recordado que estaban en el aula ella y dos alumnos. Mi verga estaba dura.

Mi amiga estaba de pie, los alumnos estaban sentados frente a frente uno en cada butaca a una distancia prudente, de modo tal que mi amiga quedaba colocada entre las dos butacas y podía agacharse apoyándose en la paleta de una quedando su culo directo a la cara del otro alumnos, situación está que hacía, entreteniéndose un poco con alguno para que el otro chico pudiera deleitarse viéndole el trasero. Cuando ella volteaba dirigiéndose hacia un alumno, el otro disfrutaba viéndole el culo y se agarraba la verga. De repente mi amiga se irguió y miro a ambos, se dirigió a su escritorio y se sentó en su silla, llamo a los dos chicos que se levantaron de sus butacas, se les notaba el bulto en la entrepierna, traían la verga parada y note como los ojos de mi amiga se dirigían sin disimulo alguno hacia esos lugares. En ese momento yo ya me la había sacado y me la estaba jalando despacio. Desde donde estaba no podía oír lo que decían, pero no era necesario, ella los miro al rostro y algo les dijo, los dos chicos asintieron con la cabeza y uno de ellos se bajó el cierre del pantalón sacándose la verga, note como la respiración de mi amiga se aceleraba haciendo que sus senos subieran y bajaran rápido, con su mano izquierda tomo la verga del chico sobándosela, jalándosela, el otro hacía lo propio sacando la suya mientras ella con su otra mano la tomaba. Allí estaba, sentada en su escritorio jalándosela a dos chicos, no dejaba de ver sus vergas manteniendo un ritmo uniforme, hacia atrás y hacia adelante, acelero un poco el ritmo y uno de ellos acerco sus manos a los senos de mi amiga tomándolos sobre la blusa, vi como lo disfrutaba él y ella, el otro chico también estiro las manos y toco los senos apretándolos, ella no dejaba de masturbarlos, uno le dijo que se la mamara, lo deduje porque vi que ella sacudió la cabeza de forma negativa. De pronto los soltó y se levantó, los chicos quedaron desconcertados, mi amiga tomo sus cosas y quiso alejarse del escritorio pero se lo impidieron, ahora ella no decía nada, los miro, cada uno de los chicos se agarraba su verga y seguís jalándola, uno de ellos estiro su mano y le agarro el culo, el otro metió su mano por delante tocando su vagina, yo no hallaba que hacer, en ese momento me la estaba jalando viendo toda la acción.

Ella miro hacia donde estaba el orifico yo sabía que no podía saber si yo estaba o no ahí, además de que desde el aula no se veía. De repente volteo a ver cada una de las vergas de sus alumnos, los miro y dejo su bolso en el escritorio, se agacho y abrió la boca tomando una verga con sus labios finos, chupando la cabeza solamente, la soltó y saco la lengua girándola sobre la cabeza de la verga, el otro chico le acariciaba el culo, se volteo y tomo la verga del otro alumno e hizo lo mismo, la chupo y la acaricio con la lengua, pero el cabron antes de que ella lo soltara la sujeto de la cabeza y se la empujo más en la boca, ella se resistió un poco pero termino cediendo, los 17 centímetros de ese tipo se perdieron en su boca.

Mi verga estaba durísima a punto de estallar, no podía creer que ahí, en pleno salón se la estuviera mamando a dos de sus alumnos. El tipo la saco de su boca y ella se levantó y puso sus manos indicando que se detuvieran, dijo que ya, que eso sería todo, yo me apreté la verga por la zona de la cabeza para buscar que se perdiera la erección, ella tomo su bolso y los chicos le pidieron más acercándose, les dijo que no, que era todo.

Camino hacia la puerta y yo desde donde estaba me guarde la verga como pude. Salí lo más despacio posible del lugar y me dirigí a mi aula.

Apenas llegue cuando escuche ruido en el pasillo era ella y sus alumnos. Me vio y se detuvo en mi aula, los alumnos pasaron de largo y se perdieron en el pasillo.

– “Vámonos” me dijo,
– “Si” respondí. Salimos y camino al lugar donde tomamos el camión mientras su respiración se medio normalizaba le pregunte “Siempre que hiciste?”
– “Nada. No fuiste al cuartito?” pregunto
– “No pude, llego uno de los profes y se puso a platicar conmigo”.

Llegamos al lugar donde el camión se detiene, estaban dos o tres personas, mientras esperábamos me pregunto;

– “Si fuiste verdad?” mientras me miraba a los ojos
– “Si, vi todo”

En eso estábamos cuando sus alumnos pasaron;
– “Adiós maestra” dijeron mientras sonreían
– “Adiós muchachos” respondimos al mismo tiempo
– “Entonces la siguiente semana?” pregunto uno de ellos
– “Si” respondió mi amiga.

No hubo nada más. Nuestro camión llego, venia lleno.