Tu dedo.

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Tu dedo.

Se que estas cosas no se hacen, pero aveces ocurren.
Todo empezó con un archivo accidental que encontré reparando un equipo de un compañero de trabajo. Descubrí que era el portátil de su hija, una joven universitaria de 20 años mas centrada en estudios que en chicos, y que no era precisamente una belleza.
El archivo en cuestión, lo encontré de forma completamente accidental, dentro de una de las carpetas infectadas que me estaba dando problemas. En la carpeta había toda clase de documentos que sin dudas eran apuntes o cosas similares, pero uno de ellos, era un documento sin acabar titulado tu dedo.
En el la chica, sin duda, declaraba su deseo por ser masturbada por un hombre, el texto incompleto no añadía nada más.

Desde ese momento no pude evitar sentir interés por la joven.

Ya conocía a la joven de pechos pequeños pero de cuerpo voluminoso, así que solo tenia que ir acercándome hasta poder soltarle un día a solas lo que pretendía.
Habían sido muchos meses de acercamiento progresivo, pues no era fácil coincidir, y cuando finalmente estaba en posición.

– Que tal el portátil? funciona bien aun?

Como esperaba, no tenia muy claro de que hablaba, no tenia claro quien se lo había reparado.

– Ah! genial, no sabia que lo habías arreglado tu.

Bromee un poco sobre el equipo, había tiempo. La estaba acompañando tras coincidir “accidentalmente”.

– Te importa esperar un momento, necesito ir a recoger unas cosas, luego te acompaño a tu casa.

Aproveche que el camino iba cerca de mi casa. El que fuera de una edad cercana a la de su padre (unos 10 años menos que el) hizo que obedeciera sin problemas.

– O mejor, sube, así no estas en la calle esperando.

Subió un poco dubitativa, pero sin protestar. Ya la tenia mas o menos donde quería.

– Tienes que tener mas cuidado con el ordenador, hay que proteger mas el material importante y confidencial.

En un principio parecía que la chica no sabia de que hablaba, y pensó que era un consejo general. Así que continué por ahí.

– Si necesitas ayuda sobre seguridad informática… Yo encantado en darte algunos consejos o incluso clases. No puedes dejar tu vida digital al descubierto.

– Bueno, lo tengo todo muy bien, solo uso el portátil para estudiar, no entro en sitios raros y uso antivirus.

– Si, pero falto muy poco para que tu padre viera tu relato de “tu dedo”

Se puso roja de inmediato. Había acertado de lleno y no sabia por donde salir.

– Y, es no… no es mio…

– Bueno, da igual, puede evitar que lo leyera. Yo tampoco lo leí, tranquila. Aunque las primeras lineas bastaban para saber que era. Te gusta escribir relatos?

Continuaba completamente roja y nerviosa.

– Si, NOO… eeeeh..

– Dejalo, me da igual, cosas de jóvenes. – Me acerque un poco a ella.- Quien pudiera ser joven para ser ese dedo.

Casi, no la escuche, por el tono de voz tan suave que uso, pero no tuve duda.

– Tu dedo aun es joven.

Me acerqué a ella para acariciarla y enseguida cedió dejándome con facilidad acariciarle la cara, el cuello el pecho y tomarla por el trasero y besarla. Enseguida comenzó a jugar con mis dedos en la boca mientras me tocaba tímidamente el paquete. La desnude hasta dejarla solo con las braguitas, dispuesto a realizar su fantasía de ser masturbada.
Pero comencé a darme cuenta que igual había interpretado mal la historia. Cuando decía en el relato ” juego traviesamente con tu dedo en mi boca” yo lo había entendido de forma literal, y en ese momento mientras comenzaba a chupármela, entendí que el dedo no era mas que una metáfora. No tenia plena seguridad, pero recordaba vagamente otro párrafo.

” Me inclinas poco a poco hacia delante, hasta que mi trasero queda al aire, ahí empiezas tu juego diabólico en la entrada de mi ser, donde tu dedo se divierte sin entrar.”

La tome de la mano y la lleve a mi habitación. Era media tarde y el sol entraba de lleno por la ventana iluminado de forma intensa la blanca habitación. La coloque en la citada posición quitandole las bragas poco a poco. Era una visión increíble, el sol brillaba sobre su blanca piel y podía ver ante mi sus rosados labios y un ojo del culo blanco, joven e impoluto. Quise jugar con mis dedos pero enseguida reclamo lo que quería.

– Follame, Follame, metémela ya!!!

Estaba claro que el relato hablaba de un polvo, de un polvo intenso y rápido escondido entre palabras mas suaves.

La me ti en un coño estrecho, que no era joven, pero tampoco había sido muy usado. Era un coño agradecido que enseguida me baño en miembro en fluidos. La visión era increíble. No tuve tiempo a recrearme. El orgasmo le llego rápido pero intenso, con solo unas pocas arremetidas intensas que le había echo. Pensé en aumentar la velocidad para conseguir irme rápido, pero la visión de su culo me hizo recordar algo que no sabia como había olvidado.

“Sacas tu dedo húmedo de mi interior, y sin pedir permiso entra por lugar prohibido”

Recordaba que casi al final explicaba como ese dedo le follaba de forma intensa el culo. Quise probar si tenia razón.
Saque la polla y comencé a meterla delicadamente por detrás. En pocos minutos nos movíamos los dos como locos, y ella llegaba a orgasmos uno tras otro.

Justo cuando comencé a correrme recordé lo más importante.

“Con el trabajo cumplido, tu dedo vuelve a deslizarse por todo mi cuerpo, mi vientre, mis pechos y mi cara. Lamo tu dedo chorreante para acabar como hemos empezado.”

Retire rápidamente mi polla y el semen comenzó a salir con fuerza manchandolo todo. Lo dirigí hacia su pecho, pero ella rápidamente la tomo entre sus manos y se la llevo a la boca. Mire embobado como tragaba las ultimas gotas mientras gotas enormes le chorreaban por la cara y el pecho.

– Me habías dicho que no te lo habías leído- Me dijo riendo mientras se relamía.

Ahora solo queda que acepte mis clases particulares de informática.